Reflexiones de Fidel
Cuando Bruno concluyó su intervención cerca del mediodía el pasado 26  de octubre correspondía el turno, como es norma, a las explicaciones de  voto, antes de que el Proyecto fuese sometido a votación.
 Habló primero el embajador de Estados Unidos Ronald D. Godard, asesor  principal del área para Asuntos del Hemisferio Occidental, jefe de la  delegación de su país. Sus inusitadas palabras hacen innecesario el  análisis para demostrar que las denuncias del Ministro de Relaciones  Exteriores de Cuba eran rigurosamente justas. Bastan sus propias  afirmaciones para reflejar la entraña cínica de la política de ese país.
 “…Estados Unidos [...] está firmemente comprometido con el apoyo al  deseo del pueblo cubano de determinar libremente el futuro de su país.”
 “…Estados Unidos [...] tiene el derecho soberano de decidir sus  relaciones económicas con otro país. Las relaciones económicas de los  Estados Unidos con Cuba es un asunto bilateral [...] dirigidas a alentar  un clima más abierto en Cuba y un mayor respeto a los derechos humanos y  las libertades fundamentales.”
 “No debemos perder de vista ese hecho en un debate plagado de  argumentos retóricos del pasado y enfocado en diferencias tácticas, en  un debate que nada hace para ayudar al pueblo cubano.”
Fidel Castro Ruz.
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 “Mi delegación lamenta que la delegación de Cuba continúe, año tras  año, calificando de manera inapropiada e incorrecta las restricciones  comerciales a Cuba como un acto de genocidio. [...] Estados Unidos no  impone ninguna restricción a la ayuda humanitaria a Cuba…”
 “En 2009, Estados Unidos [...] autorizó 237 millones de dólares en  asistencia humanitaria privada en forma de regalos con alimentos y otros  productos esenciales, donaciones humanitarias no agrícolas y donaciones  médicas.”
 “En abril de 2009, el Presidente Obama indicó que ‘Estados Unidos  busca un nuevo comienzo con Cuba’, pero que ‘hay un trayecto más largo  aun que es preciso recorrer para superar décadas de desconfianza’. [...]  hemos iniciado conversaciones para restablecer el servicio postal  directo entre los Estados Unidos y Cuba y hemos incrementado los  intercambios artísticos y culturales…”
 “El Presidente Obama ha dicho públicamente que la liberación de  prisioneros políticos y las reformas económicas son positivas para el  pueblo cubano. Estados Unidos espera ver el cumplimiento de dichas  promesas pronto, así como una mayor apertura por parte del gobierno  cubano como muestra de su voluntad de relacionarse constructivamente con  su propio pueblo. [...] Estados Unidos considera que no podrá  plenamente alcanzarse una nueva era en las relaciones Estados  Unidos-Cuba hasta que el pueblo cubano disfrute de las libertades  políticas y económicas internacionalmente reconocidas, que este órgano  ha hecho tanto por defender en otros países alrededor del mundo.”
 “Mi delegación votará contra esta resolución.
 Estados Unidos considera que es hora de que este órgano centre sus  energías en el apoyo al pueblo cubano en su lucha por decidir su propio  futuro e ir más allá de los gestos retóricos que representa esta  resolución.
 “Gracias señor Presidente.”
 De inmediato, explicó su intención de voto la jefa de la delegación  de Nicaragua, cuyo pueblo conoció en sus entrañas la guerra sucia de  Ronald Reagan que tanta sangre costó. Sus palabras fueron contundentes.
 Se produce la votación y 187 países votaron a favor de la Resolución;  dos votos en contra:  Estados Unidos e Israel, su inseparable aliado en  las acciones genocidas; y tres abstenciones: Islas Marshall, Micronesia  y Palau. Ningún país de los 192 miembros de la ONU dejó de participar.
 Concluida ésta, la representación de Bélgica, a nombre de la Unión  Europea, aliada de Estados Unidos, abrió la participación de las  delegaciones que deseaban explicar su voto.
 Después usaron de la palabra 16 países con destacado protagonismo en  la política internacional, para explicar por qué votaron a favor de la  Resolución, en el siguiente orden: Uruguay, Bolivia, Angola, Myanmar,  Suriname, Belarús, Saint Kitts y Nevis, Laos, Tanzania, Libia, Siria,  Sudán, Vietnam, Nigeria, San Vicente y las Granadinas y la República  Popular Democrática de Corea.
 Permítase recordar que muchos países se abstuvieron de usar la  palabra a solicitud de nuestra propia delegación, para que el proceso de  votación no se dilatara demasiado en detrimento del mejor horario para  la divulgación del debate, y el esfuerzo agotador que implicaba la  participación de un número mayor de oradores. A pesar de eso, 37  delegaciones hablaron en términos claros y precisos a favor del justo  Proyecto que por decimonovena vez aprobaba la Asamblea General de  Naciones Unidas. Esta vez fue el  más dilatado y enérgico debate sobre  el delicado e importante tema.
 A las 4 y 17 p.m. se escuchó la réplica de Cuba a través del Ministro de Relaciones Exteriores de nuestro país.
 Lo esencial que dijo, aunque casi todo el texto era esencial, fue:
 “Señor Presidente:
 “Agradezco mucho sus palabras a los trece oradores y a las delegaciones presentes en esta imprevista sesión vespertina.
 “Sobre lo dicho por Estados Unidos y la Unión Europea:
 “Esta es la decimonovena ocasión en que la delegación de Estados Unidos nos repite lo mismo.
 “El bloqueo es un acto de guerra económica y un acto de genocidio.
 “¿Será que el Departamento de Estado no ha hecho la tarea, no ha estudiado el asunto?
 “El año pasado leí aquí los artículos de las Convenciones correspondientes…”
 “Ya leí hoy aquí el famoso Memorandum del señor Mallory.
 “No son ‘argumentos ideológicos’ del pasado. El bloqueo es un viejo  témpano que queda de la Guerra Fría. El asunto no es la retórica, sino  el acto de agresión a Cuba.
 “El propósito de Estados Unidos no es ayudar ni apoyar al pueblo  cubano. Se sabe que el bloqueo provoca privaciones y sufrimientos. No  provoca muertes porque la Revolución cubana lo impide. ¿Cómo podría  explicarse que se castigue a los niños cubanos como se ha descrito aquí?  Si se quisiera ayudar o apoyar al pueblo cubano, lo único que habría  que hacer es levantar el bloqueo de inmediato.
 “¿Por qué impiden a los norteamericanos visitar Cuba y recibir  información de primera mano? ¿Por qué restringen los llamados contactos  ‘pueblo a pueblo’?
 “Los pretextos para el bloqueo han ido cambiando. Primero la supuesta  pertenencia al eje chino-soviético, después la llamada exportación de  la Revolución a América Latina, luego la presencia de tropas cubanas en  África para ayudar a derrotar al apartheid, a preservar la independencia  de Angola y lograr la de Namibia.
 “Después, la manipulación sobre los derechos humanos. Pero el bloqueo  es una violación brutal de los derechos humanos de los cubanos.
 “Estamos dispuestos a discutir sobre violaciones de derechos humanos.  Podemos empezar por el campo de concentración de Guantánamo, donde se  tortura y no existe el hábeas corpus. Es el reino de las ‘Comisiones  Militares’, fuera del Estado de derecho. ¿Podría la delegación  norteamericana explicar qué pasó en los campos de Abu Ghraib, Bagram y  Nama?
 “¿Se instruyó de cargos a los responsables? ¿Se instruyó de cargos a  quienes autorizaron en los gobiernos europeos las cárceles secretas en  Europa y los vuelos secretos de la CIA con personas secuestradas?  ¿Podría aclararlo el representante de la Unión Europea?
 “Podemos hablar de Wikileaks. ¿Por qué no nos cuentan algo sobre las  atrocidades que recogen los 75 mil documentos sobre crímenes en  Afganistán y los 400 mil sobre Iraq?”
 “Los cambios en Cuba son asunto de los cubanos. Cambiaremos todo lo  que deba ser cambiado, para bien de los cubanos, pero no le pediremos  opinión al gobierno de Estados Unidos. Escogimos libremente nuestro  destino. Para eso hicimos una Revolución. Serán cambios soberanos, no  ‘gestos’. Sabemos que para Estados Unidos lo único suficiente sería  instaurar en Cuba un gobierno pro-yanqui. Pero eso no va a ocurrir.”
 “¿Quieren cooperación entre nuestras universidades? Eliminen las  restricciones a los intercambios académicos, estudiantiles, científicos y  culturales y permitan establecer acuerdos entre esas instituciones.
 “¿Quieren cooperación contra el narcotráfico, el terrorismo, el  tráfico de personas, los desastres naturales, el correo postal?  Respondan, al menos, las propuestas que hemos presentado hace más de un  año, sin condición alguna.”
 “Un alto funcionario de la USAID confirmó ayer al periodista Tracey  Eaton que, en el último período, han hecho llegar 15,6 millones de  dólares a (cito) ‘individuos en el terreno en Cuba’. Así llaman a sus  mercenarios.
 “Las transmisiones ilegales de radio y televisión siguen.
 “Los Cinco antiterroristas cubanos siguen en injusta prisión. Recientemente se ha sometido, sin motivo, a Gerardo Hernández Nordelo a confinamiento solitario y se le ha denegado atención médica.
 “Terroristas internacionales confesos como Orlando Bosch y Posada Carriles se pasean libremente en Miami e incluso hacen allí actividad política.”
 “El bloqueo es abusivamente extraterritorial y afecta a todos los aquí presentes. No es un hecho bilateral.
 “Señor Presidente:
 “A lo ya dicho sobre la Unión Europea tengo poco que añadir.
 “No le reconocemos autoridad moral ni política alguna para criticar en materia de derechos humanos.
 “Haría mejor en ocuparse de su brutal política anti-inmigrantes, de  la deportación de minorías, de la violenta represión contra los  manifestantes y de la creciente exclusión social de sus desempleados y  sectores de menos ingresos.
 “El Parlamento Europeo, con toda desvergüenza y de manera infame, se  dedica a premiar a los agentes pagados del gobierno de Estados Unidos en  Cuba.
 “Pero la Unión Europea sueña si cree que podrá normalizar las relaciones con Cuba, existiendo la llamada Posición Común.
 “Muchas gracias”
 Todos esperábamos la respuesta de Estados Unidos a la réplica de  Bruno. Lo mejor que hizo en su vida el embajador y la delegación -que no  tuvo el gesto despectivo de abandonar la sala-, fue resistir a pie  firme aquella andanada de argumentos irrebatibles. La réplica de Cuba  los dejó paralizados; tuve la sensación de que se iban desvaneciendo  progresivamente hasta desaparecer de la escena.
 En 50 años de bloqueo la superpotencia no ha podido, ni podrá,  derrotar a la Revolución Cubana. No me dediqué al ejercicio de contar  los votos a favor o en contra de la “Resolución”. Observé, en cambio, el  calor y la convicción de los que hablaron contra la injusta y  arbitraria medida. Es un error creer que esa medida se puede mantener  indefinidamente. Fue una sublevación. Los pueblos están cansados ya de  agresiones, saqueos, abusos y engaños.
 Nunca las delegaciones expresaron con más vigor su protesta contra la  burla que implica el desprecio a la justa condena de la comunidad  mundial contra un acto de genocidio que se reitera año por año. Están  conscientes de que lo más grave es el saqueo sistemático de sus recursos  naturales impuesto a la mayoría de los pueblos del planeta, la  progresiva escasez de alimentos, la destrucción del medio ambiente, el  creciente número de guerras genocidas contra otros pueblos, apoyadas en  bases militares ubicadas en más de 75 países, y el creciente peligro de  una conflagración suicida para todos los pueblos del mundo.
 La ONU no puede existir sin la presencia de los pueblos que vienen  exigiendo el cese del bloqueo. Esa institución, nacida cuando la inmensa  mayoría no éramos siquiera independientes, ¿para qué sirve sin  nosotros? ¿Qué derecho nos asiste, si no podemos siquiera demandar que  cese el bloqueo impuesto contra un pequeño país? De una forma o de otra  nos han subordinado a los intereses de Estados Unidos y la OTAN,  organización militar belicista que derrocha más de un millón de millones  de dólares cada año en guerras y armas, que serían más que suficientes  para llevar lo esencial a todos los pueblos del mundo.
 Muchos países del Tercer Mundo se ven obligados a buscar soluciones  con independencia de lo que ocurra a los demás; es como marchar sobre  una estera que se mueve en sentido inverso a más velocidad.
Hace falta una ONU verdaderamente democrática y no un feudo imperial  en el que la inmensa mayoría de los pueblos no cuenta para nada. La ONU,  fundada antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial, está ya agotada.  No permitamos que nos impongan el ridículo papel de reunirnos una vez  más dentro de 12 meses para burlarse de nosotros. Hagamos sentir nuestra  demanda y salvemos la vida de nuestra especie antes de que sea ya  demasiado tarde.